Malbec
DATOS HISTORICOS.
Origen de la palabra
La referencia histórica más antigua de la palabra “malbec” data del apellido de un húngaro llamado Malbek, quien fue el primero en plantar la vitis vinífera que da como fruto esta uva, primero en el sudoeste francés y luego la esparció por toda Francia. El apellido húngaro se convirtió en “mal bec” que significa “mal pico” en francés aludiendo al sabor áspero con el que se expresaba la uva en Francia. Más tarde, posteriormente se llevó a la zona del río Gironde en Burdeos donde se expresó mucho más amable. En la zona de Cahors se la denominó “Auxerrois”, “Côt” en el Valle del Loire, en Australia “Portugal Malbec” y en Portugal, “Tinta Amarelha” entre sus 400 sinónimos, (incluyendo “Malbec”, “Malbek”, “Malbeck” y “Pressac”).
En el año 1852 un agrónomo francés llamado Michel Aimé Pouget fue contratado para trabajar en la viticultura Argentina. En el viaje trajo semillas de vid de la cepa Malbec que fructificaron de manera muy exitosa promovido por el gobernador Pedro Pascual Segura , de la Provincia de Mendoza . El 17 de abril de 1853 es la fecha en que presentaron el proyecto para la creación de la Quinta Normal de Agricultura de Mendoza por iniciativa de Pedro Pascual Segura, gobernador de la Provincia de Mendoza, y asi se inicio la creación de esta Quinta ante la Legislatura Provincial de Mendoza, por ello ese dia se comenzara a celebrar el dia mundial del Malbec .
Mientras tanto en 1855 la uva Malbec representaba el cincuenta por ciento de los viñedos en Burdeos, y formaba parte de las seis cepas autorizadas para los famosos vinos de corte de los grandes chateau como el Laffitte, Mouton Rothschild, Margaux y Latour. Vinos que ese año obtuvieron la clasificación de “Grand Cru” y pasaron a la historia como los mejores del mundo, hasta hoy, según algunas tendencias. El Malbec aportaba a los Grand Cru, en pequeñas cantidades, un refuerzo de color, taninos y ese particular sabor a ciruelas que la caracteriza.
El éxito de la cepa y la mezcla con las grandes reinas de Burdeos llegó a su fin cuando en 1862 la filoxera, devastó los viñedos franceses atacando la raiz de la planta. El resultado fue demoledor porque lamentablemente durante el primer año los daños del ataque del insecto fueron imperceptibles , al año siguiente al cortar los sarmientos , fueron apareciendo las hojas , se dieron cuenta que la clorofila había desaparecido de los bordes de las mismas y los frutos cayeron antes de su madurez debido a la podredumbre de las raíces, lo que desencadenó la posterior muerte de las plantas.
Recién en 1930 se descubrió cual era el remedio para esta peste y fue el injerto de la vitis vinífera europea sobre portainjertos norteamericanos llamados Riparia, Berlandieri y Rupestris. La catástrofe produjo un cambio radical en el mapa vitivinícola del mundo, separando “el viejo mundo” del “nuevo mundo”.
Actualmente en Cahors es la principal varietal y en 1971 obtuvo la Denominación de Origen Controlada cuyo principal requerimiento es que al menos el 70% del vino sea de Malbec. En cambio en Burdeos, una vez superado el ataque de la filoxera, esta variedad no fue replantada y en 1956 cayó un granizo devastador que obligó a los viñateros a replantar todas las viñas, quedando la cepa Malbec fuera de la lista ya que las elegidas fueron las más robustas como la Cabernet Sauvignon y la Merlot
La francesa que vino a reinar a la Argentina
Luego de la siembra de Michel Aimé Pouget en 1852 en Mendoza, la cepa se expandió exitosamente con pie franco (la vitis vinífera pura de Malbec, sin injertos de otras vitis). El primer viñedo de Malbec se reconoció en 1865 en la ciudad de Panquehua, (actual región de Las Heras) propiedad de la bodega más antigua de la provincia de Mendoza de la familia González Videla, aún hoy en manos de la familia original, que había comenzado con el negocio vitivinícola en 1841.
Curiosamente en 1980 hubo un programa de eliminación de vides en Argentina dejando sólo 7.000 ha sobre un total de 102.000 ha de Malbec plantadas. Actualmente en todo el país se calcula un total de 17.000 ha de Malbec de calidad, (15.000 sólo en Mendoza). Francia tiene 4.400 ha. Y en Chile la superficie plantada de esta cepa ronda las 6.000 ha siendo la tercer variedad más extendida en el vecino país.
En Argentina la cepa está implantada en Salta, Catamarca, San Juan, Mendoza, La Rioja, Neuquén y Río Negro; resultando en excelentes y variados vinos emblemáticos.
Mendoza, reina madre del Malbec
El Malbec mendocino se encuentra implantado en toda la región, pero es en el Valle de Uco y en la zona alta del río Mendoza donde la cepa encontró su lugar en el mundo: la zona ecológica ideal para su desarrollo.
¿Pero qué características distintivas posee esta región argentina, (especialmente Luján de Cuyo y Maipú, llamadas “Primera Zona”) para haber convertido al Malbec en cepa emblemática?.
En primer lugar, la altura. Todas las viñas están plantadas a los pies de la Cordillera de los Andes, a más de 700 metros sobre el nivel del mar (“msnm”).
El suelo es ideal para la vid, franco a franco-arcilloso con bastante material grueso como grava y canto rodado. Muy permeable y pobre en materia orgánica.
Otro factor predominante es el clima templado variando de templado frío a templado cálido según se avanza de sur a norte, ideal para permitir la óptima maduración de las uvas.
Luján de Cuyo posee excelentes condiciones ecológicas. Es la mayor zona productora de vinos finos, con la primera Denominación de Origen Controlada creada el 26 de Diciembre de 1990 otorgada justamente por su Malbec. La vid se cultiva en el pedemonte de los cordones montañosos a más de 850 metros sobre el nivel del mar. Las zonas más frías de Luján de Cuyo y de mayor altura son Vistalba, Las Compuertas y Perdriel.
Otras regiones argentinas
La provincia de Salta es la reina madre de la variedad de uva torrontés, (uva blanca emblemática de la Argentina, muy floral y muy al estilo de las uvas alemanas). La cepa típica sanjuanina, por alcanzar en esta provincia su mejor expresión, es la syrah. La variedad que promete ser la vedette de la Patagonia es la pinot noir. Sin embargo, tanto en estas provincias como en Catamarca, La Rioja, Neuquén, Río Negro, Neuquén, Chubut y últimamente La Pampa existen plantaciones de Malbec muy exitosas.
Un fenómeno social, económico y cultural se generó en la provincia de Neuquén hace menos de 7 años. Con el objetivo de impulsar actividades adicionales a las relacionadas con el petróleo, cuyas reservas se agotarán dentro de poco tiempo, el Gobierno Provincial ofreció a los bodegueros mendocinos un subsidio para instalar una réplica de sus bodegas en esa provincia y así desarrollar una industria vitivinícola propia. Es así como, año tras año, van llegando las bodegas mendocinas al sur.
En las provincias de la Patagonia la uva malbec prolonga su ciclo vegetativo debido al clima más frío, generando una cosecha más tardía que en Mendoza. De igual manera, los ingenieros agrónomos han desarrollado técnicas que les permiten obtener buenos resultados en las variedades de ciclo largo y en caso de riesgo de helada, han montado un sistema de aspersión de agua que permite combatirlas. En el sur argentino no sólo se elaboran vinos de malbec sino de pinot noir (de ciclo vegetativo corto), cabernet franc, merlot; cabernet sauvignon, blancos de chardonnay, viognier, sauvignon blanc y espumosos con estilo, entre otros. La zona no es de altura, por lo que los vinos no son tiñe dientes como los de Salta, ni poderosos en sabor como los de Mendoza. Son vinos equilibrados, muy frutados, jóvenes y la mayoría se crían en barricas (de roble francés y americano) con el fin de redondear sus taninos. El cuidado es intensivo y se han logrado grandes vinos Premium y de guarda, exquisitos. Allí encontramos las bodegas Humberto Canale, Noemía, Domaine Vistalba, Familia Schroeder, NQN, Bodega del Fin del Mundo, Valle Perdido y El Añelo.
Características Organolépticas de los vinos varietales de Malbec
Un vino varietal de Malbec se presenta de color rubí con reflejos violáceos de capa profunda y en los Premium aparecen reflejos bien violáceos y pronunciados. Los de Valle de Uco (Mendoza) y los de Cafayate o Yacochuya (Salta) llegan a las tonalidades de tinta oscura o “tiñe dientes”. En nariz los descriptores típicos son las notas a frutas rojas. La más emblemática: la ciruela en todas sus representaciones: fresca, madura, en compota, mermelada, etc. Otros descriptores que acompañan a la ciruela son la guinda, la frambuesa y algunas notas florales. En los vinos de guarda aparecen notas a pimienta como característica. En los Malbec del Valle de Uco aparece casi siempre la nota a menta, característica de la zona. Por último, al beber un Malbec notamos una característica distintiva respecto de otras cepas y es la suavidad de sus taninos que hace que el vino sea bebible pronto sin tanta estiba en bodega, todo esto siempre y cuando la uva haya sido cuidada desde la planta hasta llegar a ser vino embotellado.
Cómo acompañar un buen vino Malbec
Es sabido que uno de los mejores maridajes es el regional. Un malbec con las suculentas carnes de parrilla ,asados son ideales para acompañar . Si tenemos la posibilidad de probar empanadas salteñas nada mejor que un buen malbec ..
SALUD .... EL17 ABRIL NO DEJES DE TOMARTE UNA COPA DE MALBEC